Juanjo en XXX en Ohrid...
Desde por la mañana que quedamos con Milco en la puerta del hotel, todo es una vorágine imparable hasta el final del día...visita a XXX para inspeccionar el radomo, almacenado seis meses en sus instalaciones...XXX es una ciudad fabril con olor a comunismo por todas las esquinas...trabajan cientos de personas allí, las instalaciones son de los cincuenta y no han sufrido ninguna mejora ni rehabilitación...cerramos los tratos con una rakia en la mano y trabajamos con muchas personas mirando y opinando...las propinas son bien aceptadas, el conductor, los operarios que nos han ayudado a abrir...todo el mundo colabora de buen grado con todo y todo son buenas caras...me encanta este país...todavía me parece muy espontáneo, dejando hueco para la improvisación...poco aburrido, desde luego...pasan muchas cosas a cada momento...esto es la vida -I guess-... a las tres de la tarde llega por fin el radomo a la cima de la montaña, después de una interminable subida de una hora y cuarto desde la fábrica de XXX, que no está a más de cinco km de la cima...
Operario de risas...
El resto es cosa poco interesante, colocar la caja en su sitio, subir alguna que otra cosa arriba, hablar con el propietario del maquinillo, Milco, coordinar las partes en juego para que todo esté en orden a su debido tiempo...y esto siempre es posible con Milco, alguien que hasta con un brazo roto trabaja con pundonor, colabora con todos, siempre está de buen grado...una buena persona Milco.
Antonio echando chispas!!!
Con todo preparado para mañana empezar a trabajar, empezamos a bajar...nuestra amiga la tortuga ha sido atropellada por alguno de los camiones que subía o bajaba, me entran ganas de llorar...qué poco dura la alegría en la casa del pobre, como diría mi padre...luego averiguo que las tortugas (yelkas) son muy, muy comunes en los alrededores y atenúa mi malestar...pensaba, estúpido de mí que la tortuga de tierra estaba a punto de extinguirse y fijate tú...hay miles...estúpido urbanita...
Descarga en la base de la torre del radar...
Una ducha y una pequeña microsiesta después nos prepara para la última parte del día...ya no hace calor, en Ohrid se está de maravilla por la noche...corre una brisa lacustre muy agradable...el día culmina en una ciudad, Ohrid, donde las mujeres son todas preciosas, no solo las camareras de los bares, sino también las recepcionistas de los hoteles, las chicas que pasean por la calle, las dependientes, las policías...en general la mujer macedonia es excepcionalmente bella y quedamos parcialmente prendados de algunas de ellas...enamoramientos fugaces, tanto como nuestras miradas y comentarios...como vienen, se van...La lasaña que me tomo está buenísima, y ya solo me quedan fuerzas para enfocar mi cama, mi cama de 180 cm y mi habitación de 60m2, más grande que la del jefe...jejejeje...los beneficios del inglés...
El moi, el antonio y el juanjo, alias patxi...
Mañana será otro día. Oh yeah!.
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