domingo, septiembre 17, 2006

Jesús García Fernández: Con ojos de Geógrafo.


Fuente: Norte de Castilla 09/09/2006- GUILLERMO RAMÍREZ ESTÉVEZ/GEÓGRAFO.

JESÚS GARCÍA FERNÁNDEZ, geógrafo, nació en Valladolid en 1928 y acaba
de fallecer hace unos días, el primero de septiembre, en Valladolid.
Su oficio, como él gustaba de decir, era el de geógrafo. Oficio que
ejercía con implacable orgullo, sabiduría y dedicación. Desde que en
1959 regresara a Valladolid como catedrático de Geografía su vida era
la enseñanza. Enseñó a sus discípulos, fue profesor de profesores y
fue maestro de maestros. En 1996 la Universidad de Alicante supo
reconocerle invistiéndole Doctor Honoris Causa. En 1998, al jubilarse
de su cátedra, fue nombrado profesor emérito de su Universidad de
Valladolid. A ella acudía todos los días a proseguir con su tarea
investigadora.

La labor geográfica de don Jesús es tan fácil de resumir como prolija
de enumerar. Asienta y desarrolla el conocimiento geográfico de
nuestra región en la última mitad del siglo XX. Sea cual fuere lo que
a los geógrafos nos sea posible aportar, es probable que tenga
precedente concreto en su obra, que haya sido estudiado por nuestro
maestro y que nos haya dejado claramente desbrozado el camino a
seguir. Puso las bases de la moderna geografía urbana en nuestro país
con su libro dedicado al 'Crecimiento y la estructura urbana de
Valladolid' (1974). Sintetizó sus conocimientos en una radiografía
inigualable de la Castilla de finales de la década de los setenta en
su libro 'Desarrollo y atonía en Castilla' (1981). Ensayó sobre
Castilla como supuesta región histórica o geográfica en Castilla:
entre la percepción del espacio y la tradición erudita (1985). Nos
descubrió la Castilla de las montañas y las diferencias estructurales
de las llanuras. Fue precursor del análisis de la población. Escribió
sobre el clima, la actividad agraria, la España Atlántica, el paisaje
y el relieve, al que entregó gran parte de su tiempo y esfuerzos.
Precisamente es al relieve, a la geomorfología estructural, al que
está dedicado su última obra completa, una obra que tiene prevista su
edición a finales del presente año. Ahora trabajaba en la
reconstrucción del paisaje histórico del sur de Ávila.

Pero si la labor intelectual de don Jesús ha sido decisiva, no lo ha
sido menos su labor docente. Formó y modeló a generaciones de
profesores de geografía. A ella estuvo supeditado su quehacer
profesional. Profesor exigente, se exigía lo máximo a la hora de
formar a sus discípulos. Combinaba las clases magistrales con las
preguntas de sus alumnos. No valían unas preguntas cualquiera. Tenían
que tener buena base y adecuada formulación. De lo contrario no era
persona que gustara de emplear su paciencia en tonterías. Nos daba
sus apuntes escritos con su inconfundible letra de molde y sobre
ellos teníamos que trabajar. don Jesús siempre fue muy crítico, pero
en igual medida sabía e incluso deseaba ser criticado. Desde luego no
era nada fácil hacerlo. Tampoco hoy en día, a la luz de su solidez
intelectual, es tarea sencilla de realizar.

Su método de formación de geógrafos recaía sobre su esfuerzo
personal. Salvo en los meses centrales del invierno, y más por la
probabilidad de nieblas que ocultaran el paisaje y por la cortedad
del día diado que por otra cosa, después de la semana de clase, un
fin de semana sí y otro también salíamos de excursión. Su principal
objeto era casi siempre la geomorfología. Desde por la mañana hasta
que el sol se perdía en el horizonte, pateábamos montes y montañas.
El fin de semana que los alumnos descansábamos don Jesús volvía a
salir para preparar la siguiente excursión.

No acababa en estas prácticas nuestro contacto con la realidad
geográfica. Terminadas las clases, a principios de julio comenzaba el
curso de trabajo de campo. Los alumnos acudíamos por invitación,
generalmente entre los que habían aprobado su asignatura. También
venían otros de fuera, de universidades lejanas, más impresionados
que nosotros con las posibilidades de aprender que tenían ante ellos.
don Jesús lo había preparado pacientemente durante todo el año. Antes de partir nos proporcionaba una rigurosa documentación. Eran días de esfuerzo intenso, de almorzar frugalmente en el campo o en la montaña al solo abrigo de los aires y del sol, de caminar para descubrir aquí y allá los afloramientos rocosos de determinada época hasta reconstruir la estructura geomorfológica, de remontar las cumbres más remotas para ver un lapiaz, de analizar el resultado de la erosión, de adentrarse en una formación arbórea o de comprobar cómo avanzaba el matorral de roble entre los pinos. De regreso don Jesús redactaba la memoria.

Supimos así de algo difícil de conocer sin un maestro. Aprendimos el
método geográfico. Aprendimos a ver el paisaje con ojos de geógrafo,
a descomponer el medio natural y el medio humano, a apreciar las
fuerzas de la historia y de las actividades económicas. Aprendimos a
conjugarlo con el conocimiento erudito de la realidad, extraído de
los libros y de la documentación histórica y actual, al que él tantas
horas dedicaba. Pero sobre todo, con su ejemplo, aprendimos a
enfrentarnos honrada y tenazmente con nuestro oficio. Aprendimos que
para llegar al conocimiento no hay atajos ni descubrimientos espectaculares, sino empinados y pedregosos caminos que transitar.
Bajo la lluvia y el frío, o a la luz de un sol abrasador, don Jesús
los transitó.

nota: yo fui uno de sus alumnos de Geomorfología en la Universidad de Valladolid durante los años 93 al 98 así como uno de los que asistieron a sus cursos de campo en el 94 en Soria... puedo decir que disfruté mucho de esos árduos 10 días de intensa GEOGRAFÍA... también recuerdo lo cierto que era entender su letra de molde en una época en la que ya empezaban a apuntar alto los ordenadores...un clásico entre los clásicos y respetado unánimemente... Un saludo esté donde esté, Don Jesús.

jueves, septiembre 07, 2006

Rayo en la M45



Por fin pillé el fotograma...llevo media hora intentándolo!!. Filmé todo viaje en coche del trabajo a casa...no sé a quién le cayó ese rayo, pero al que le dió, le debió hacer muuuucho daño!.

miércoles, septiembre 06, 2006

Gran tormenta veraniega



De repente miro al cielo y me digo...dios!!! qué cielo!!!... y un rayo cruzó de lado a lado...y yo dije: BIEEEENNN!!!!!...afortunadamente tenía puesto F22 y 10" de exposición, subexpuesto un tercio de punto...


mis vecinos deben pensar que soy un escandaloso, pero con estas poquitas cosas soy más que feliz... y con ella, claro. Eskerrik asco polita.

El más tonto del país


Estaba difícil pues es un país del que acabo de volver, finlandia, donde todo el mundo es muy educado, todo es muy medido, nada altisonante...bueno, pues yo me encontré al más tonto del país en las escaleras de la catedral luterana de helsinki. Me di cuenta en casa de su gesto, una pena.