Publicidad electoral en una parada de la línea Varsovia-Zakopane.
Como llegamos a las siete de la mañana y no hay nada abierto, nos metemos en un bar cutre a tomar un café...con tan mala suerte que no hablan una palabra de inglés (de español lo dejamos jajaja) y me lo ponen como si fuera colacao, tengo que esperar a que se decante para intentar probarlo, pero nada...no puedo con él...(mira que tengo tragaderas para probar cosas nuevas, auqnue el gato no lo probé en China)...con la falta que me hacía este café, dios!!!. Un solo sorbo de este me ocasionaría tal cagalera que no me podría permitir, por mucho que tenga FORTASEC en la mochila, así que paso ni de probarlo...pero por supuesto paso a hacerle caja a esa señora de unos sesenta años que está a la entrada del bar (son las 8 de la mañana) cuidando del baño, recaudando 1-1,5 zl. a cada alma cándida con necesidad de aguas menores o mayores (en cuyo caso la amortización es más rápida; si sólo meas y te lavas las manos el zloti se va en menos que canta un gallo).
Llegada a Zakopane, conversación de tren a tren; me encanta este país.
Nos cuesta encontrar alojamiento puesto que la agencia ORBIS no tiene demasiados contactos con casas particulares (un punto negativo para Lonely Planet) y en las oficinas de información y turismo las guapas polacas no nos muestran su lado más abierto en absoluto, nos muestran su lado más oscuro y mañanero yo diría, algo estúpido incluso...en general en Polonia el extrabjero no hace tanta gracia (qué putada!) como en otros países que haya estado...
Andando, andando y viendo carteles de WOLNE POKOJE (habitaciones libres) nos metemos en una casa muy maja por 60 zl. /noche (15€) desde donde haremos base en esta turística población casi frontera con Eslovaquia.
Vista general de los Tatras desde la colina del Mt. Gubalówka.
Al morzamos una comida estupenda, probamos nuestros primeros PIEROGGI, que aunque parezcan italianos, son una especia de empanadillas tipo DIM-SUM chinas...muy buenas...Esto es muy, muy barato comparado con el bolsillo occidental, yo diría que un 30-40% si vas probando lo local, claro.
Por la tarde subimos por el funicular, desde donde observamos una espléndida vista de los TATRY como dicen aquí (los TATRAS) pero que estan atestadas de tanta gente que agobia un poco, muy muy turístico, nada recomendable si lo que buscas es la bucólica visión de la montaña, el cielo, las nubes, los árboles...eso es lo que tendrems mañana que subiremos seguramente al pic más alto de los TATRAS, si deja de llover, claro.
Vista desde el Mt. Gubalówka hacia Nowy Targ.
Un par de cervis después (recordar que es piwo, esto es importante en un país muy cervecero) nos encontramos comprando en un supermercado local para el trek de mañana...y qué decir de los supermercados locales cuando viajas al extranjero...me encantan. Es lo más parecido a un museo etnológico sin serlo, pues puedes averiguar los gustos en el comer de un pueblo en solo cinco minutos.
(anexo de lo que dice la WIKIPEDIA sobre la etnología: La etnología es la ciencia social que estudia y compara los diferentes pueblos del mundo. Por algunos autores es considerada una disciplina y metódo de investigación de la antropología.
(...) Parentesco entre diferentes sociedades y sus influencias).
Por ejemplo, los polacos adoran las sopas, el chocolate y las salchichas...y de inglés, poco...joder lo que nos costó pedir mortadela de paprika, jamón york y queso (y las risas al creerse mi chica que queso se decía CHISA y pedirlo a voz en grito en la sección de charcutería...qué incauta por creerme!! jajaaj tjo tjo tjo).
Bajada del funicular y contraluz.
Después de una cenita en un restaurante cerca de KUNICZE (18zl. /2pax) ya es hora de dormir que mañana hay que subir a la montaña...ahora nos toca rezar para que el dios de las vacaciones impida que llueva más de la cuenta...DJEN KOO YÉ! (gracias).
